Importancia del problema
Los ríos, lagos y mares recogen, desde tiempos inmemoriales, las basuras producidas por la actividad humana.
El ciclo natural del agua tiene una gran capacidad de purificación. Pero esta misma facilidad de regeneración del agua, y su aparente abundancia, hace que sea el vertedero habitual en el que arrojamos los residuos producidos por nuestras actividades. Pesticidas, desechos químicos, metales pesados, residuos radiactivos, etc., se encuentran, en cantidades mayores o menores, al analizar las aguas de los más remotos lugares del mundo. Muchas aguas están contaminadas hasta el punto de hacerlas peligrosas para la salud humana, y dañinas para la vida.
La degradación de las aguas viene de antiguo y en algunos lugares, como la desembocadura del Nilo, hay niveles altos de contaminación desde hace siglos; pero ha sido en este siglo cuando se ha extendido este problema a ríos y mares de todo el mundo.Primero fueron los ríos, las zonas portuarias de las grandes ciudades y las zonas industriales las que se convirtieron en sucias cloacas, cargadas de productos químicos, espumas y toda clase de contaminantes. Con la industrialización y el desarrollo económico este problema se ha ido trasladando a los países en vías de desarrollo, a la vez que en los países desarrollados se producían importante mejoras.
Principales Sustancias contaminantes del agua
Hay un gran número de contaminantes del agua que se pueden clasificar de muy diferentes maneras. Una posibilidad bastante usada es agruparlos en los siguientes ocho grupos:
- Microorganismos patógenos.
Normalmente estos microbios llegan al agua en las heces y otros restos orgánicos que producen las personas infectadas. Por esto, un buen índice para medir la salubridad de las aguas, en lo que se refiere a estos microorganismos, es el número de bacterias presentes en el agua.
- Desechos orgánicos.
- Sustancias químicas inorgánicas.
- Nutrientes vegetales inorgánicos.
- Compuestos orgánicos.
- Sedimentos y materiales suspendidos.
- Sustancias radiactivas.
- Contaminación térmica.
El primer mapa del impacto humano mundial sobre los océanos
Cada punto de los océanos, que cubren más del 70% del planeta, ha sido afectado por la actividad humana de una u otra forma, y en más del 40% la contaminación es muy intensa. Las áreas más afectadas incluyen el mar Mediterráneo, el Mar del Norte, los mares del sur y del este de China, el mar Caribe, la costa oriental de América del Norte, el Mar Rojo, el golfo Pérsico, el mar de Bering y partes del Pacífico occidental, según revela el primer mapa del impacto humano sobre los océanos, publicado sobre la revista Science. Según el estudio, sólo las regiones polares parecen menos afectadas por ahora, pues allí la presencia humana es menos prominente.
Benjamin Halpern, investigador del Centro de Análisis y Síntesis Ecológica de la Universidad de California, y su equipo han recogido en este mapa 17 parámetros diferentes, incluyendo la pesca, los vertidos, el tráfico marítimo, la presión demográfica, las especies invasoras, el estado de los arrecifes de coral e incluso el calentamiento. ‘’Nuestros resultados muestran que cuando se hace una síntesis de los impactos individuales, el panorama es mucho peor de lo que la mayoría esperábamos.
Otro dato llamativo es que el 80% de los océanos en el mundo son explotados por la pesca. "No queda ni un lugar donde se puedan esconder los peces, los barcos pesqueros están en todas partes,. Aunque sin duda los habitantes marinos más afectados por el hombre son los corales, ya que según el nuevo estudio más de la mitad están seriamente amenazados
PETROLEO EN EL MAR
En nuestras sociedades el petróleo y sus derivados son imprescindibles como fuente de energía y para la fabricación de múltiples productos de la industria química, farmacéutica, alimenticia, etc.
Por otro lado, alrededor del 0,1 al 0,2% de la producción mundial de petróleo acaba vertido al mar. El porcentaje puede parecer no muy grande pero son casi 3 millones de toneladas las que acaban contaminando las aguas cada año, provocando daños en el ecosistema marino.
La mayor parte del petróleo se usa en lugares muy alejados de sus puntos de extracción por lo que debe ser transportado por petroleros u oleoductos a lo largo de muchos kilómetros, lo que provoca espectaculares accidentes de vez en cuando. Estas fuentes de contaminación son las más conocidas y tienen importantes repercusiones ambientales, pero la mayor parte del petróleo vertido procede de tierra, de desperdicios domésticos, automóviles y gasolineras, refinerías, industrias, etc.
Se han ensayado distintas técnicas para limitar o limpiar los vertidos del petróleo. Pronto se comenzaron a usar detergentes y otros productos, pero en el accidente del Torrey Canyon se comprobó que los productos de limpieza utilizados habían causado más daño ecológico que el propio petróleo vertido.
Actualmente se emplean productos de limpieza menos dañinos y diferentes técnicas y maquinarias, como barreras flotantes, sistemas de recogida, etc., que en algunos casos pueden ser bastantes eficaces, aunque no son la solución definitiva.
Pero las bacterias que degradan hidrocarburos se reproducen a una temperatura entre 20 y 30 grados. Ese era el problema al que nos enfrentábamos actualmente:
Al poder vivir a temperaturas más bajas, pueden reproducirse más rápidamente y hacer eficaz la retirada de petróleo disperso en los océanos después de ciertos accidentes. Este enriquecimiento de microorganismos degradadores de petróleo psicrófilos, con su rápida tasa de biodegradación del petróleo parece ser uno de los principales mecanismos detrás de la rápida disminución de la columna de hidrocarburos que ha sido detectado disperso en las aguas profundas
El equipo dirigido por la catedrática Ana María Amat Payá, de la UPV, tenía un objetivo claro: encontrar un tratamiento simple y barato que pudiera utilizarse en el tratamiento de aguas. Y así lo han conseguido.
El método se basa en ciertos catalizadores, que no tienen un impacto tóxico sobre el medio ambiente, pero que son capaces de reaccionar con los contaminantes ayudando a su eliminación. El catalizador seleccionado (sales de hierro) combinado con el oxidante, peróxido de hidrógeno funciona como intermediario, de modo que, al absorber la radiación solar, genera unas expecies de alta capacidad oxidante que facilitan la oxidación de los contaminantes presentes en el agua, eliminándolos de los acuíferos.
La Platafoma Solar de Almería han dado unos resultados muy positivos. Señalando que en las aguas tratadas "las concentraciones de las sustancias emergentes analizadas se sitúan por debajo del límite de detección".
Limpiar las piscinas con energía solar
En las misiones de la NASA para alcanzar la Luna, la agencia espacial norteamericana utilizó una tecnología que permitía mantener pura el agua pura y cuya fuente de energía era el Sol. Esa misma base tecnológica ha servido para desarrollar una depuradora ecológica para las piscinas, con un sistema de flotación que le permite captar la energía solar y un electrodo metálico que impide el crecimiento de microorganismos liberando iones minerales.
Se llama Clorotron y está formado por una placa solar siempre a flote que le permite captar la energía, y por un electrodo metálico que libera iones que impiden el crecimiento de microorganismos en el agua. La placa solar fotovoltaica convierte los rayos del Sol en electricidad, lo que genera una corriente eléctrica de baja tensión, inofensiva para los bañistas, que consigue la liberación de los iones.
De este modo, para depurar el agua no se requiere el uso de cloro y alguicidas, evitando su efecto perjudicial para los ojos o la piel.
0 comentarios:
Publicar un comentario